6/26/2009

El cáncer como blanco en el descubrimiento de nuevos agentes quimioterapeuticos.




El cáncer constituye un grupo de enfermedades que tienen en comun la perdida del control de la división celular (crecimiento incontrolado) y de la muerte. Células pobremente diferenciadas, capaces de colonizar tejidos a distancia (metastasis) y que puede ocurrir en cualquier órgano del cuerpo, (Kellof G. 2000). En el mundo, es hoy en día una de las principales causas de muerte; según la Organización Mundial de la Salud, nueve millones de casos nuevos de cáncer ocurren en el mundo con una mortalidad de aproximadamente cinco millones de personas por año. (Boik, J. 1996. y Laux M., Berry J et al. 2002).


En Colombia, durante el año 2001 se diagnosticaron 4389 casos nuevos de cáncer en el Instituto Nacional de Cancerología, 333 casos más que en el año 2000, lo que representó un incremento de 8,2 % en relación con el año anterior, y de un 4.5 % comparado con el año 1999. Las cinco localizaciones anatómicas más frecuentes, en su orden, fueron: cuello uterino, mama, piel, estómago y sistema hematopoyético. Estas localizaciones no se apartan mucho del comportamiento del cáncer en el país, durante los últimos años. (Piñeros P. M., Pardo C. , et al, 2002).
Actualmente, se reconoce que, gracias a la quimioterapia y la cirugía se aumenta la expectativa de vida de los pacientes con cáncer. Debido a que la quimioterapia sistémica continúa siendo uno de los principales métodos de tratamiento, existe una clara necesidad de descubrir nuevos agentes clínicamente eficaces (Boik, J. 1996.).


Desde hace varias décadas, las plantas han probado ser una fuente importante de compuestos antineoplásicos. De estas se pueden mencionar, los alcaloides de Catharanthus roseus de Madagascar, utilizada por varias culturas para el tratamiento de la diabetes como agente hipoglicemiante; vincristina y vinblastina, el etoposido Vp-16 y el tenopósido VM-26 derivados semisintéticos de la epidofilotoxina aislada de Podophyllum peltatum o de P. Emodii, plantas con amplios usos a nivel tradicional, dentro de los que se incluye cáncer de piel, por varias culturas americanas y asiáticas; el diterpenoide taxol (paclitaxel), aislado de la corteza de Taxus brevifolia Nutt, y de las agujas de varias especies de Taxus (canadensis, baccata), empleado por nativos americanos para diversas enfermedades; la camptotecina, alcaloide aislado de un árbol ornamental de la china la Camptoteca acuminata variedad Decne del que se elaboraron derivados sintéticos más solubles y de toxicidad reducida como el irinotecan y el topotecan; el alcaloide aislado del Cephalotaxus harringtonia variedad drupacea y el terpeno glicosilado phyllanthoside aislado en América central del Phyllanthus acuminatus. (Cragg G. M.,Boyd R. M., et al, 1993; Laux M., Berry J. et al. 2002).

Actualmente, laboratorios farmacéuticos internacionales de carácter privado, así como grupos de investigación universitarios, e instituciones gubernamentales, dedicadas a investigación como el Instituto Nacional del Cáncer en los Estados Unidos, trabajan en la búsqueda y aislamiento de nuevos agentes terapéuticos anticancerígenos a partir de fuentes naturales. (Uppenbrink J., Mervis J.; 2000.; Cordero C. P., Aristizábal F. A.,2003. Gracia l. Martínez E. Y Beltrán M. 2002. Schwartsmann B., Ratain M. 2002. Torrenegra R. Martínez J. Et al.2002). El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, realiza desde la década de los cincuenta, el tamizaje de este tipo de agentes quimioterapeuticos (inicialmente en ratones, posteriormente en un panel de líneas celulares tumorales), a partir de fuentes botánicas recolectadas en más de 60 países. Así, de 1960 año en que comenzó el programa de recolección hasta 1982, se realizó el tamizaje de 114.000 extractos; iniciando con un estimado de 35.000 plantas; y entre los años 1990 a 1995, se evaluaron alrededor de 30.000 compuestos para esta actividad.